En el Paso de Eretz con Melchor, Gaspar y Baltasar
- Mira, Melchor, otra estrella como la de hace 2009 años. - exclama Gaspar agarrándose el turbante.
- ¡Coño!, vamos p'allá, que el GPS me marca que va hacia Gaza. Igual ha nacido otro Mesías entre estos palestinos. Como se hubiese confundido el ángel aquel y este sea el de verdad...
La escena era curiosa. Tres personas vestidas de manera extraña marchaban en camello por Israel hacia el oeste. Uno de barba cana, otro castaña y un negro imberbe cargados de paquetes de colores y con cara de cansados.
De repente se vio otra estela luminosa que iba hacia el oeste. Ya no había duda. Tenían que repetir la escena de 2009 años atrás en Belén.
- Baltasar, prepara la mirra que tenemos que adorar, aunque la otra vez el establo estaba en Cisjordania, no en la Franja de Gaza, ..., algo me huele mal.
Tras desplazarse un par de horas por el desierto israelí llegaron a un lugar lleno de gente y vallas. Los tres hombres, como si con ellos no fuera la cosa atravesaron la valla del Paso de Eretz. Entonces se oyeron gritos que les obligaban a detenerse y bajarse de sus camellos.
- Tú, el negro, levántate la capa. ¡Rápido! - gritó un joven hebreo vestido con un uniforme caqui, un casco y un fusil Merkava.
Baltasar se bajó del camello y lo hizo mostrando que no llevaba nada peligroso bajo la ropa.
Gaspar, el de la barba castaña, le dijo al soldado a ver si podían estar con su superior, Herodes. Este, visiblemente nervioso y en un mal inglés le dijo que se dejase de chorradas y que se largasen rápidamente del lugar. Era sólo un chaval de 17 años armado con un fusil que pesaba más que él.
- Mira majo, venimos a entregar estos regalos a los críos de Gaza. Tenemos que pasar o se hundirá el mito. A nosotros no nos han parado en 2009 años ni los legionarios romanos, ni los nazis, ni Atila, sí, el rey de los hunos, ese del caballo, la hierba y tal. Así que baja el trasto ese que tienes entre las manos no te vayas a hacer daño o nos vayas a sacar un ojo.
Los tres Magos fueron llevados a una caseta de obra. Allí un señor, que en el bolsillo ponía que se llamaba Nehostan, con muchas insignias en el pecho les dijo que estaba prohibido el paso a toda persona hacia la Franja de Gaza.
- Oye, artista, nos hemos enterado por internet de que el otro día les dejaste pasar a Papa Noël, al Olentzero y hasta al Amigo Invisible, así que déjate de utilizar expresiones rimbombantes como “zona de cuarentena”, “Plomo Fundido” y “cohete Al-Qassam” y devuélvenos nuestros camellos.
- Ustedes van a quedar recluidos en nuestra zona para extranjeros junto con la prensa.
Conforme salían del “despacho” otra “estrella” surcó el cielo y se dirigió hacia la ciudad de Gaza. Pasados unos segundos se vio un potente resplandor naranja.
- Eso debe ser que la estrella se ha posado sobre el portal. ¡Qué recuerdos! – exclamó Melchor.
La zona para extranjeros resultó ser un habitáculo como el del jefe lleno de gente que hablaba en diferentes idiomas.
- Bah, menuda mierda de portátiles llevan. Cuando hemos pasado por Nueva York me ha tocado dejar unos bastante mejores. Y mira ese móvil, no tiene ni BlueTooth.
- ¿Os puedo hacer unas preguntas? – dijo un tipo con barba y un chaleco beige.
- Sí, claro, chaval, dispara. – Baltasar y Melchor miraron con cara de asombro al tercero.- ¡Es que lo oí el otro día en una peli y tenía que decirlo! – se justificó Gaspar.
- ¿Cómo os llamáis? ¿Qué os traído hasta aquí? ¿Qué os parece que Israel se salte las resoluciones del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y lance este ataque desproporcionado? ¿Porqué os disfrazáis de Reyes Magos? Esto no es de broma y, …, ¿Por qué el de la barba blanca se dedica a ligar con el pibón de la CNN?
- Melchor, ven aquí, que llevas toda la noche igual. Mira, somos Melchor, Gaspar y Baltasar, famosos “olouberdeguorld” y nos ha traído a aquí un destello luminoso en el cielo. Llevamos currando toda la noche y es un palizón, no sabes cómo estaba el tráfico en Sao Paulo. De resoluciones sólo sabemos que es una cosa de las cámaras de fotos que nos piden los “frikis” de la tecnología y ataque desproporcionado es el de Melchor a la reportera esa, nada más.
Entonces Valerio Buittoni, enviado especial de RAI1, les explicó todo. Que la estrella que habían visto era un misil disparado por un helicóptero Apache del Tsahal, que es como los reporteros llaman al ejército israelí. Que el resplandor que vio Melchor era uno de esos misiles estallando contra algún objetivo en el que podía haber niños. Y que la zona estaba cerrada porque Israel llevaba desde el 27 de diciembre bombardeando la Franja.
Les mostró en su ordenador las imágenes de los hospitales palestinos y de las calles de Khan Junis. También les dijo que los palestinos lanzaban cohetes caseros hacia territorio palestino y que esa era la excusa del estado hebreo para mantener la ofensiva. Y Baltasar estalló cuando vio a tres niños en una morgue y salió de la sala.
- ¿A dónde vas? – le preguntó Melchor.
- A estar con el Mayor Nehostan y a recordarle algo que ocurrió en 1962 cuando él tenía 5 años.
Con paso decidido entró sin llamar en el despacho. Él estaba leyendo la prensa del día anterior.
Se abalanzó sobre la mesa y colocó su cara frente a la del militar.
- ¿Recuerda la noche del 5 al 6 de enero de 1962? ¿Recuerda esta cara? Aquella noche, usted oyó ruido y, desobedeciendo a sus padres, se levantó al salón. Allí estaba yo, dejando bajo su árbol, en la zona dedicada al pequeño de la casa, lo que usted con sus 5 años más deseaba. Un tren eléctrico. Locomotora, 2 vagones de pasajeros y uno de correo. Usted me vio y volvió corriendo a la cama metiéndose entre las sábanas para intentar olvidar lo ocurrido. Usted, en 1962 años era la única persona que sabía que la mentira de los Reyes Magos era verdad. Hoy sigue siéndolo. Y esa misma persona ha decidido que miles de niños palestinos se queden sin pasar la noche de mayor ilusión del año porque nosotros no podemos pasar.
- Pero ellos lanz… - dijo el Mayor Nehostan.
- ¡No me interrumpa! – el militar con sus charreteras y sus condecoraciones estaba helado- Los niños no lanzan y he visto que están muriendo. Y no me hable de legítima defensa porque el marcador va 500 y pico a 4. El año que viene volveremos a pasar por aquí. Espero no verle en esta caseta de obra. De usted depende.
El Mago negro volvió a la “zona de prensa”. Allí Melchor había vuelto a la carga y Gaspar comía pizza con el de la RAI1.
- Chicos, nos vamos.
- ¿Cómo que nos vamos? ¿Y los niños palestinos de la Franja de Gaza?
- Venga que hay que repartir a los palestinos de Cisjordania. Les dejamos a cada niño sus regalos y los de un niño de la Franja y luego que se reúnan y se los repartan. Además, joder, todavía nos queda todo el sudeste asiático y ya son las 6.
Al salir Baltasar miró de nuevo al despacho de Ido Nehostan. Estaba pidiendo a gritos una comunicación con el Ministro de Defensa israelí en Tel Aviv. Dentro de unas horas sabremos si esa conversación fue fructífera.
Jau, que lo ha visto todo, a las 06:05 horas (05:05 horas CET) en el Paso de Eretz, frontera palestino-israelí
1 Comments:
Hola, Jau:
Espectacular. Si todo lo has escrito tú, directamente estás perdiendo el tiempo por no mandarlo a la prensa...
El rap del milenio, muy guapo también. Felicidades a todos y mucha suerte en Bolivia.
Un abrazo,
MJ.
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