Roma es la luz
Lo dicen en Gladiator. Roma es la luz. Me lo recordó días antes de ir Javier Troyas. Y es más que cierto.
Viajar a Roma supone más que un viaje turístico. Supone tener en cuenta que lo que en Pamplona está en un museo vigilado por cámaras de seguridad y rayos allí es un capitel jónico que sive de banco en tu visita al Foro. Supone ver columnas de 2000 años de antigüedad amontonadas porque no hay un sitio mejor donde dejarlas.
Más cosas a tener en cuenta. El estilo de vida italiano. La vida vuela en Roma. Y vuela tanto que cruzar las calles por los pasos de cebra es sólo un poco más seguro que no hacerlo. Vuela tanto que en los semáforos suele haber el doble de "motorinos" (scooters) que de automóviles porque la de las siete colinas es una ciudad caótica para la conducción. Vuelta tanto que el tiempo de espera en un bar para que te sirvan equivale al tiempo que te cuesta sentarte en una mesa.
¿Y las romanas? Vaya por delante que a mi las pijas... no me van. Pero estas juegan en Champions. Altas, morenas, pelo liso y... estilo italiano. Grafas de sol cuando no hacen falta, botas, ... Bastante nivel, para qué vamos a engañarnos.
Ah, bueno, y en medio de todo eso el estadio más grande de la historia (Circo Massimo=300000 espectadores), la iglesia más grande de la cristiandad (San Pedro) y otras maravillas como el Colosseo, el Arco de Tito, el Panteón o el Gesú.
Para repetir, por quinta vez.
Jau a las 11:57 horas del domingo, 17 de diciembre de 2006. Escuchando "We can work it out" de The Beatles.
1 Comments:
This comment has been removed by a blog administrator.
Post a Comment
Subscribe to Post Comments [Atom]
<< Home