El águila por el arrano, Iruña sin barrer

12 de Octubre, fiesta de la Hispanidad. Para mí, un día de fiesta; para otros un día para liarla.

Por un lado los de la Falange aparecieron por nuestra querida Iruña a reivindicar que nosotros somos españoles. Por otro decenas de personas se opusieron a su venida.

El caso es que la manifestación fascista, nazi, xenófoba, homófoba en lugar de recorrer Pamplona con miles de personas se limitó a bajarse del autobús, estirar las piernas hasta la Plaza del Vínculo, leer algo imagino que absurdo y volver a casa tras provocar a la gente. Bueno, olvidaba decir que los miles de manifestantes se convirtieron en 150 críos que cometieron gran cantidad de delitos desde que pisaron tierras navarras. Para provocar la próxima vez quedaros en el fondo sur del Santiago Bernabéu. Si por lo menos hubiéseis dejado dinero en los bares... pero ni eso.

Enfrente tenemos a cientos de personas interesadas en subrayar la vasquidad de Navarra. Y de estos cientos de personas unas cuantas decenas al final del acto nazi se dedicó a reventar escaparates, cajeros automáticos y mobiliario urbano. Como si de esa forma se fuesen a marchar antes los cabezas huecas.

Con todo esto los de Burlada* nos quedamos sin poder darnos una vuelta por Pamplona el jueves pasado y a partir de ahora tendremos que sentarnos en otros bancos, sacar dinero en otros cajeros, echar la basura en otros contenedores y pedir la hipoteca de la casa que acabarán pagando nuestros hijos en una entidad que no sea la Caja Rural de Chapitela.

Dijo el Duque de Alba a su entrada en Pamplona en 1512 que prefería los llantos de las mujeres y los gritos de los niños al silencio con que le recibían los pamploneses.

Algo mejor nos habría ido si los contramanifestantes se hubiesen ido de puente y los falangistas no hubiesen encontrado la resistencia que ya esperaban.

* Por "los de Burlada" me refiero a todas esas personas que pasamos de movidas y que daríamos fuego a todas las banderas.