Desde Cochabamba
Ya estamos en territorio de la República de Bolivia, en Cochabamba exactamente. Son aquí las 6:47 y no puedo dormir más; maldito cambio horario. Aterrizamos en La Paz y flipamos bastante. Ponerte la mochila grande supone un esfuerzo y tu corazón se acelera y hacer la gracia de jugar a fútbol en la "terminal" (la de Noain es el triple de grande) supone que te tengas que sentar. Por cierto, 6 horas de escala en Lima fueron un coñazo serio. Por suerte nos montamos unas porterías y un balón con una toalla y una bolsa de basura y matamos el tiempo.
La visión de La Paz es impresionante. Y dormir a 3600 para mi fue jodido. Dolor de cabeza como detomarte 4 cubatas sin cenar e irte a la cama. Pero todo se solucionó con mate de coca e ibuprofeno (medicina tradicional y sintética). Nos montamos en un bus de 8 horas atravesado el altiplano que nos ha traido a Cochabamba pasando por la cota de 4496 metros. Una pasada. Todo seco, como en el desierto; no sé cómo se puede vivir ahí. Y una pobreza que aún no sé cómo calibrar.
Ahora a 2500 metros se respira genial.
La comida es súper abundante y las cervezas no están mal (Cusqueña en Lima (8:00 horas de el Perú que para nosotros eran las 3 de la tarde, los camareros flipando) y Huari en Cochabamba).
Bueno, seguir contando las horas que os quedan para San Fermín. Pasarlo bien.
P.D.1: Cartel a la entrada al aeropuerto; "El fútbol es cuestión de actitud no de altitud".
P.D.2: En este país puedes ir montado en la parte de atrás de una ranchera por el centro de Cochabamba (equivalente en importancia, que no habitantes, a Valencia) y nadie te dice nada; la policía pasa.
Jau, a las 07:08 horas (hora de Bolivia), del 2 de julio de 2009
Escuchando a Quintana eso de "déjame leer el correo".
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