Saturday, June 10, 2006

El juego universal

Sé que soy un hooligan y lo acepto. Me encanta el fútbol. Todas las semanas me trago varios partidos de gente que con sus sueldo de un mes podrían alimentar a miles de personas y no me ruborizo; es más, pago por ello. El pasado martes pagué 250 euros por la próxima temporada.

Pero ayer me di cuenta de que el fútbol no és tan malo como lo pintan algunos. Fui a casa de Eraso a ver el inaugural de Alemania '06 con unas cervezas y vimos el Alemania - Costa Rica. Miles y miles de alemanes en el Allianz Arena de Múnich y sólo unos centenares de costarricenses en un córner. Perdieron 4 - 2 frente a los teutones y a ellos parecía no importarles. Sólo los "ticos" saleron contentos del coliseo muniqués al ver a su equipo, el de una pequeña isla caribeña, en el más importante campeonato del mundo. Poco importaba que Lahm les hubiese marcado el gol más bello del Mundial (no me hace falta ver más goles) o que Frings acabase a pocos minutos del final con su sueño del empate con un zambombazo. Ellos cantaban y bailaban. Por una vez todo el mundo miraba a Costa Rica y Costa Rica miraba a los ojos al planeta.

Tres cuartos de lo mismo ocurre en Costa de Marfil. Un país sumido en una salvaje guerra civil que se verá detenido hoy a la noche. En la final de la Copa de África que les enfrentó a Egipto, compañías rivales decretaron treguas para ver una de las pocas cosas que les unen. Su selección de fútbol. Su estrella, Didier Drogba, pidió un alto el fuego durante la Copa a ambos bandos.

Otro caso curioso. Año 2002 en Argentina. Frente a los bancos de todo el país colas de gente esperaban para retirar su dinero del corralito. De noche, en aquellas colas aparecía una televisión para ver el partido de la albiceleste. la sleección argentina fracasó; el corralito también para suerte de los argentinos.

Nos trasladamos en el tiempo a 1989. El 9 de Noviembre cae el Muro de Berlín. Los alemanes todavía tardarán un año en ser una sola nación pero los habitantes de la RDA cortan de sus banderas el emblema soviético y los de la RFA su águila imperial para alentar a su equipo en el Mundial de 1990 de Italia. Vencen en la final a Argentina. Todavía hoy algunos dicen que el día de la unificación fue el 8 de Julio y que el tratado se firmó en el Olímpico de Roma con Maradona como testigo.

¿Opio para el pueblo? ¿Pan y circo?
Sí, a algunos, el fútbol nos anestesia de los problemas de cada día. Pero a la vez que nos pone una venda en los ojos nos regala historias que sólo el más universal de los pasatiempos puede ofrecer.

1 Comments:

At 5:43 PM , Anonymous Anonymous said...

Bonito artículo. Costa Rica no es una isla.
Avanti con el blog, Gorria. Suerte.
Saludos

 

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