Por fin lluvia, ¡Super Good Day!
El protagonista de "El curioso incidente del perro a medianoche", libro escrito por Mark Haddon, se hace preguntas extrañas.
En una de sus reflexiones, el niño, autista para más señas, se pregunta por qué la gente piensa que va a tener un gran día si ve un sol radiante en el horizonte. No encuentra una relación lógica entre la aparición de nubes y un mal día por lo que concluye que es algo subjetivo e inventado. Así que siguiendo este razonamiento decide que tendrá un buen día si ve varios coches de un determinado color.
Yo ayer razoné como él. Me gusta el buen tiempo pero en dosis adecuadas y no aguanto las olas de calor y las noches encima de la cama sin poder dormir a las que este mes nos ha tenido acostumbrados. Así que cuando me bajé del autobús para ir a trabajar y empezó a lloviznar decidí que sería un buen día al contrario del pensamiento general de la gente cercana que asociaba las gotas a charcos, frío y pelo rizado. La gente corría bajo los aleros de la Calle Aralar y yo me mojaba adrede porque ni tenía frío ni se me riza el pelo. En cuestión de minutos el olor a ozono lo impregnó a todo, el suelo ya no emanaba calor y yo estaba un poco más contento.
La tormenta devolvió a Pamplona a su estereotipo. Ciudad de cielo nublado, temperatura fresca, suelos verdes y lloviznas intermitentes.
Y a mi me llevó al comienzo de, como lo bautiza Christopher en el libro, un Super Good Day.
Jau, a las 23:30 del miércoles, 26 de agosto de 2009.
Escuchando "Quién" de Efecto Mariposa.