Sunday, March 29, 2009

Pitos a los himnos e incultura

Debo reconocer en el comienzo de esta carta que no soy patriota ya que realmente el concepto de las nacionalidades y las banderas me parece un absurdo. Pero tampoco soy de los que cuando viaja al extranjero suelta eufemismos del tipo "yo soy de ... Pamplona" o "País: Navarra". No, cuando salgo al extranjero digo "I'm from Spain" porque eso pone en mi D.N.I. y facilita el entendimiento con alguien de otro país que no sabe de Comunidades Autónomas y Estatutos y que todo lo que conoce de mi ciudad es que los toros corren por la calle.

Al mismo tiempo respeto al que tiene un sentimiento nacional y consecuentemente respeto sus símbolos.

Ayer me hirvió la sangre en el momento en que sonó el himno turco en el Santiago Bernabéu. Se oyeron muchos, muchísimos pitos y abucheos. Eso denota una incultura supina y una falta de respeto a la población turca que estaba en el estadio. Luego nos fastidia que se relacione a España con flamenco y sangría pero algunos son incapaces de guardar dos minutos de compostura ante el símbolo de otra nación. Para, por supuesto, deleitar a los oídos de todo el mundo con un "lololó" borreguil y fiestero en lugar de escuchar el himno con respeto y seriedad.

Hace dos años en Croke Park, estadio de Dublín, Inglaterra jugó por primera vez. En ese mismo lugar, en 1920, las tropas británicas asesinaron a 14 irlandeses. Bien, el 24 de febrero de 2007, el "God save the Queen" se escuchó en las gradas de Croke Park entre el silencio sepulcral de los irlandeses antes de un partido de rugby. Tras 14 muertos en el estadio y miles en las calles de la isla.

Cuánto hay que aprender en este país de otras culturas. En Ankara todavía están pensando a qué venían los pitos. ¿Será por que los turcos le hicieron perder el brazo a Cervantes? No, me inclino más a pensar que es incultura.

Tuesday, March 24, 2009

¡Mar para Bolivia!


Ayer, 23 de marzo, se celebró en Bolivia el Día del Mar. Una reivindicación histórica por la pérdida del Litoral de Atacama durante la Guerra del Pacífico en 1879 en favor de Chile.

El español de a pie cuando piensa en la salida al mar tiene pensamientos de playa, chiringuitos, discoteca en Ibiza y niños levantando arena. El boliviano al hablar de costa alude al orgullo nacional y a poder importar y exportar productos sin tasas arancelarias excesivas que coartan el crecimiento del país.

Chile en el siglo XIX buscaba reservas de salitre y de guano, por extraño que parezca. Y lo consiguió. Al igual que España buscó la plata de Potosí en el siglo XVI y la consiguió, Brasil oro y caucho en la Guerra del Acre y lo consiguió, Paraguay posibles reservas de petróleo en la sangrienta Guerra del Chaco y las consiguió.

¿Podemos seguir? Claro. Las petroleras occidentales buscaron gas barato en el oriente boliviano y lo consiguieron, los cárteles de la droga buscaron materia prima para nuestro vicio y llevan años consiguiendo saciar pituitarias europeas. Ahora Japón y Francia buscan el litio del Salar de Uyuni. ¿Lo conseguirán?

Por eso tras tanto saqueo la reclamación histórica de una salida al Océano Pacífico es tan importante para el pueblo boliviano. Por eso la Armada Boliviana todavía existe y fleta sus barcos en el Lago Titicaca. Y además y aunque parezca papel mojado, un apartado del 8º Objetivo del Milenio habla de esto, de la necesidad de los países pobres sin litoral de lograr una salida al mar para relanzar su economía en base a expotaciones e importaciones sin salvajadas impositivas.

Por eso y porque el derecho internacional y el diálogo bilateral deberían y podrían dar sus frutos: ¡Mar para Bolivia!


Jau, a las 15:26 horas del martes, 24 de marzo de 2009