Pitos a los himnos e incultura
Debo reconocer en el comienzo de esta carta que no soy patriota ya que realmente el concepto de las nacionalidades y las banderas me parece un absurdo. Pero tampoco soy de los que cuando viaja al extranjero suelta eufemismos del tipo "yo soy de ... Pamplona" o "País: Navarra". No, cuando salgo al extranjero digo "I'm from Spain" porque eso pone en mi D.N.I. y facilita el entendimiento con alguien de otro país que no sabe de Comunidades Autónomas y Estatutos y que todo lo que conoce de mi ciudad es que los toros corren por la calle.
Al mismo tiempo respeto al que tiene un sentimiento nacional y consecuentemente respeto sus símbolos.
Ayer me hirvió la sangre en el momento en que sonó el himno turco en el Santiago Bernabéu. Se oyeron muchos, muchísimos pitos y abucheos. Eso denota una incultura supina y una falta de respeto a la población turca que estaba en el estadio. Luego nos fastidia que se relacione a España con flamenco y sangría pero algunos son incapaces de guardar dos minutos de compostura ante el símbolo de otra nación. Para, por supuesto, deleitar a los oídos de todo el mundo con un "lololó" borreguil y fiestero en lugar de escuchar el himno con respeto y seriedad.
Hace dos años en Croke Park, estadio de Dublín, Inglaterra jugó por primera vez. En ese mismo lugar, en 1920, las tropas británicas asesinaron a 14 irlandeses. Bien, el 24 de febrero de 2007, el "God save the Queen" se escuchó en las gradas de Croke Park entre el silencio sepulcral de los irlandeses antes de un partido de rugby. Tras 14 muertos en el estadio y miles en las calles de la isla.
Cuánto hay que aprender en este país de otras culturas. En Ankara todavía están pensando a qué venían los pitos. ¿Será por que los turcos le hicieron perder el brazo a Cervantes? No, me inclino más a pensar que es incultura.