Wednesday, July 22, 2009

Sólo nos falta Ban Ki-Moon

Es lo que tiene viajar por lugares para turistas. Que un rato hablas con acento porteño para seguir practicando tu inglés y al cabo de dos horas aprendes a llamar "aji" a un coleguilla israelí que acabas de conocer. Por eso digo que lo más probable si sigue esta tendencia es que al salir de este locutorio me tope de bruces con el Secretario General de Naciones Unidas, el surcoreano Ban Ki-Moon.

Nuestra ruta por todos los continentes comenzó con Gimena y Lucas, arquitectos recién salidos de la facultad que visitaban Tiwanaku. Después, ya en La Paz y en doce terribles horas de "autobús" hacia Uyuni conocimos una pareja francesa con un excelente castellano. Obviamente ambos grupos considerábamos las carreteras bolivianas una vergüenza y a la vez una aventura ya que tiene que ser ciertamente difícil conducir por caminos de tierra sin señalizar y con innumerables baches. Y a la vez echábamos de menos nuestras cómodas con estaciones de servicio. Aquí lo más parecido a una estación de servicio es un pueblo a oscuras en medio del Departamento de Potosí donde todo lo que puedes comprar es caldo. Del baño mejor no hablamos.

Y llegados a Uyuni nos juntamos con los grandes descubrimiento del viaje. Kipi y Omer, dos jóvenes israelís. Recién finaizado su servicio militar de tres años se disponen a viajar durante uno entero. Y con esta gente tiras los prejuicios a la basura y te dispones a escuchar lo que te cuentan del judaísmo, de Palestina y de esas cosas que nos llegan, en ocasiones, contaminadas. Aprendes a decir "shalom" para saludar, "veteabon" para desear un buen yantar o "viga" para pedir algo que une a todo el mundo. Cerveza, ¿lo dudabais?

Y aparte de charlar y arreglar el mundo, que falta hace, juegas y matas el rato en el alojamiento a 4300 metros del que dispones en medio de la nada. Enseñas a un grupo de estadounidenses a jugar a "cacho" y aprendes a jugar a "Yanif" e incluso ganas a los hebreos. Bebes el "tequila" que le han vendido a una joven de Carolina del Norte cuando realmente no es más que líquido con alcohol, recuerdas con un norirlandés el Grand Slam del XV del Trébol mientras su novia galesa se piensa decirle eso de "tenemos que hablar" porque con el rugby no se juega, o, debido a que uno no es de piedra, alucinas con la danesa del grupo que no está ni buena ni buenísima, está buenérrima.

Y cuando te das cuenta has trabado relación, compartes correos, feisbucs y deseos de visitar Jerusalén.

Y te encuentras con que Omer viene contigo al Lago. Se llama aldea global o, simplemente, buena gente.


Jau, a las 11:09 horas (hora boliviana) del miércoles, 22 de julio de 2009

Friday, July 17, 2009

"¡Que viva Lapá!"

16 de julio de 1809. La Paz. Un grupo de criollos se levanta en armas contra la Corona española.

Pedro Domingo Murillo escribe el siguiente manifiesto:

Compatriotas: Hasta aquí hemos tolerado una especie de destierro en el seno mismo de nuestra patria; hemos visto con indiferencia por más de tres siglos sometida nuestra primitiva libertad al despotismo y tiranía de un usurpador injusto que, degradándonos de la especie humana, nos ha mirado como a esclavos; hemos guardando un silencio bastante parecido a la estupidez que se nos atribuye por el inculto español, sufriendo con tranquilidad que el mérito de los americanos haya sido siempre un presagio de humillación y ruina. (...)

15 de julio de 2009. La Paz. Un grupo de jóvenes de pasaporte español y que no saben muy bien de donde son se encuentran en la plaza donde Murillo fue ahorcado. Frente a ellos las autoridades bolivianas presiden un desfile cívico conmemorativo de los 200 años de la gesta revolucionaria. Y comandando a estas autoridades Evo Morales Ayma, primer Presidente indígenade la historia de la República de Bolivia, país indígena en un 70%.

Entre tonadilla de la banda nos damos cuenta de que hemos aterrizado en la ciudad en un momento único. Por ello decidimos introducirnos del todo en la fiesta y pasadas las 11 de la noche llegamos a la Plaza Villarroel donde se celebra la verbena. Tomamos un taxi y en pocos minutos nos introducimos en la marabunta que copaba el lugar.

35000 personas (algo que yo nunca había visto), según la prensa local, nos encontrábamos allí recordando que los bolivianos hace 200 años que empezaron a no depender de nadie, a no rendir pleitesías y que decidir su futuro por si mismos. Llegaron años oscuros de dictaduras dirigidas desde el norte pero la semilla ya estaba puesta.

Y en la Villarroel nos acogieron David, Dorian y Américo. Celebraban el cumpleaños de su ciudad y nosotros lo hicimos con ellos. Olvidaron quienes eran nuestros tatarabuelos y nos invitaron a sus botellas de whiskey mientras nosotros paladeábamos cerveza Paceña. Más tarde Verónica, Liza y Laura se acercaron a nosotros y compartieron sus birras con nosotros lo que convirtió una celebración local en un acontecimiento multicultural.

En la medianoche la fiesta estalló con el himno paceño y nosotros lógicamente y como dice su letra, lo "celebramos con gran armonía" hasta bien entrada la noche y, curiosamente, sin efectos resaquiles.

Pero todo llega a su fin y en un rato tomaremos un autobús que tras 11 horas de carretera nos dejará en Uyuni pero habrá un frase que no saldrá de nuestras cabezas: ¡Que viva Lapá!


Jau, a las 15:20 horas (hora boliviana) del viernes, 17 de julio de 2009.
Escuchando melodías tropicales por el hilo musical del locutorio.

Sunday, July 12, 2009

Le echaré la culpa a la altura

Y de pronto llega un día en el que te das cuenta de que estás hecho polvo. La cuesta de la Calle Sagárnaga de La Paz se hace más empinada que nunca por el sol que cae a plomo y la altura de esta caótica ciudad. Tu imagen con las manos apoyadas en las rodillas lo dice todo. 50% de oxígeno, 150% de cansancio.

Al rato los labios te queman y no sabes si es por el aire que se movía en Potosí, por el sol de la Chiquitanía o por los 3800 metros sobre el nivel del mar.

Siguiendola exploración llegamos a los riñones y te das cuenta que duelen. ¿Será por las 9 horas de viaje desde Potosí en "bus-cama" (por llamarlo de alguna forma)? ¿Porque las camas de el Hotel Eldorado están hechas de láminas de plomo? ¿Porque a pocos kilómetros se ve el Illimani (6300 y pico)?

Sigamos con el aparato gastrointestinal. Las cosas no funcionan demasidado bien últimamente aunque se han controlado con medicamentos. Puede ser por el desayuno de ayer en el mercado de Potosí compuesto por api (un zumo de maíz), jugo de plátano y una extraña y deliciosa torta de maíz bañada en un sirope no menos raro. O... por la altura, claro.

Y este zumbido que me rodea desde hace días y se traduce en una jaqueca seria puede ser por nuestra gran amiga o por las innumerables cervezas que me he tomado hoy después de comer jugando el Torneo Internacional de Cacho (juego que exportaremos a Pamplona). Todo cabe.

Tengo dos opciones para solucionar todo esto. Volverme a los 450 metros de mi ciudad o dormir hoy como un fiemo si Miguel no me despierta con su alarna del móvil. Creo que haré lo segundo que mañana toca el Lago Titicaca y lo más parecido que hay en nuestra tierra es la laguna de Pitillas. Con todo el respeto.


Jau, a las 19:18 horas (hora boliviana) del sábado, 11 de julio de 2009.
Escuchando el teclado del tipo de al lado.

Monday, July 06, 2009

Tú preparando el pañuelo yo yo...

... en un locutorio de Cochabamba.

Por aquí todo pasda rápido. Tan rápido como circulaba la movilidad de Eulalio por los caminos de tierra rumbo a Sacabamba. Viajar en la parte de atrás al descubierto significa tragar polvo pero también disfrutar de algo impensable en España. Y hacerlo mascando hoja de coca lo convierte en algo irrepetible. Auqnue, no os engañéis esta hoja no da efectos de ningún tipo. A mi al menos.

Nuestra cata de cervezas ha continuado con la Paceña, la Taquiña y la Sureña con triunfo para la primera aunque tampoco es una Voll-Damm. Y para degustar producto local hoy le hemos dado a la chicha; una bebida a base de máiz con bastantes grados y una textura y sabor regulares.

Hicimos ayer nuestros pinitos con el fútbol en altura y el resultado fue demoledor. A 3100 metros los críos contra los que juegas no paran de correr y tú al segundo esfuerzo tienes que parar. Jodidos críos. Así normal que ganasen a Argentina 6 - 1. Antes de eso estuvimos viendo a médicos tradicionales y sus laboratorios de cremas y jarabes. "Curan" enfermedades de indígenas como el susto o la envidia que en nuestra concepción de la enfermedad no caben pero sí en la suya. Y trabajan en el mismo centro de salud que los médicos científicos. Muy curioso.

Y aún queda mucho viaje. Oriente boliviano, Potosí, La Paz, y otras sorpresas que están en proceso.

Mañana rumbo a Santa Cruz de la Sierra me pondré el pañuelo si el calor lo permite y pensaré por un momento que estoy allí. Pero no; que aquí estoy muy bien.

Disfruta de las fiestas y échate un cubata a mi salud que aunque ahora me respeta nunca sabes cuál va a ser el agua que vas a beber y que te va a mandar directo al baño.


Jau, a las 19:15 horas del domingo, 5 de julio de 2009.
Escuchando los ruidos de la calle cochabambina

Thursday, July 02, 2009

Desde Cochabamba

Ya estamos en territorio de la República de Bolivia, en Cochabamba exactamente. Son aquí las 6:47 y no puedo dormir más; maldito cambio horario. Aterrizamos en La Paz y flipamos bastante. Ponerte la mochila grande supone un esfuerzo y tu corazón se acelera y hacer la gracia de jugar a fútbol en la "terminal" (la de Noain es el triple de grande) supone que te tengas que sentar. Por cierto, 6 horas de escala en Lima fueron un coñazo serio. Por suerte nos montamos unas porterías y un balón con una toalla y una bolsa de basura y matamos el tiempo.

La visión de La Paz es impresionante. Y dormir a 3600 para mi fue jodido. Dolor de cabeza como detomarte 4 cubatas sin cenar e irte a la cama. Pero todo se solucionó con mate de coca e ibuprofeno (medicina tradicional y sintética). Nos montamos en un bus de 8 horas atravesado el altiplano que nos ha traido a Cochabamba pasando por la cota de 4496 metros. Una pasada. Todo seco, como en el desierto; no sé cómo se puede vivir ahí. Y una pobreza que aún no sé cómo calibrar.


Ahora a 2500 metros se respira genial.

La comida es súper abundante y las cervezas no están mal (Cusqueña en Lima (8:00 horas de el Perú que para nosotros eran las 3 de la tarde, los camareros flipando) y Huari en Cochabamba).

Bueno, seguir contando las horas que os quedan para San Fermín. Pasarlo bien.

P.D.1: Cartel a la entrada al aeropuerto; "El fútbol es cuestión de actitud no de altitud".

P.D.2: En este país puedes ir montado en la parte de atrás de una ranchera por el centro de Cochabamba (equivalente en importancia, que no habitantes, a Valencia) y nadie te dice nada; la policía pasa.

Jau, a las 07:08 horas (hora de Bolivia), del 2 de julio de 2009
Escuchando a Quintana eso de "déjame leer el correo".